7/23/2011

El Diablo se detuvo en Tayoltita (Revisitado)

Durante la historia de estas Crónicas Profanas algunos post han recibido mayor atención que otros. Entre los post más populares (de acuerdo a las reacciones de los lectores) se encuentran los siguientes:

Porqué no creo en los OVNIS (Diciembre 2006)
La cantante calva (Febrero 2007)
Sin fecha de caducidad y El blog como grafiti virtual  (Junio 2007)
Narcos, mentiras y videos (Julio 2007)
El Diablo se detuvo en Tayoltita (Septiembre 2007)
La verdad sobre el Efecto Mariposa (Junio 2008)
El verdadero deporte Regio y Pederastas en pantalones cortos (Abril 2010)
Un velorio Facebook (Julio 2010)
Hipopotomonstrosesquipedaliofobia (Septiembre 2010)
No me gustan los lunes (Enero 2011)

Todos ellos son post que de alguna manera produjeron una mayor reacción en los lectores, lo cual es quizá la principal razón para por la que escribo este blog. Si acaso no has leído alguno de ellos te recomiendo hacerlo, ya que puede decirse que representan “lo mejor” del blog, sea cual fuere el significado de esto.

Sin embargo, no escribí el presente post para hacerme auto-publicidad, sino para comentar un post que ha causado un gran malestar en los lectores oriundos de Tayoltita, Durango. Me refiero, como es obvio, al post “El Diablo se detuvo en Tayoltita”, de Julio 2007.

Sus lectores me han acusado de todo: de ignorar completamente la realidad de Tayoltita, de inventar mentiras, de atacar a sus habitantes y de algunas cosas más. A todos ellos les he contestado sus comentarios o sus correos, intentando hacerles comprender que yo nunca escribo ficción a menos que así lo señale. Siempre he intentado citar las fuentes en las que me baso para escribir en estas Crónicas Profanas.

Nunca he sido muy bueno que digamos en cuanto a Internet se refiere, así que durante mis primeros post (empecé a escribir en Octubre 2006) me limitaba a mencionar la fuente. Ya más adelante aprendí a colocar el enlace dentro del post, lo cual facilitó mucho las cosas. Los lectores pueden acceder a las fuentes y constatar que no estoy inventando nada.

Por desgracia, algunos de los enlaces pertenecen a medios de comunicación que tienen el acceso restringido sólo a sus suscriptores. En el caso del post que comento es lo que sucedió.

El post se basó en un artículo aparecido en el periódico El Norte el 26 de Agosto de 2007: http://www.elnorte.com/estados/articulo/774263/ y sólo los suscriptores pueden acceder a éste. Es por ello que lo voy a reproducir aquí, esperando no tener problemas con Grupo Reforma Servicio Informativo, quien posee el Copyright.

Atrapan drogas a pueblo minero
Revelan que 3 mil de 8 mil habitantes son adictos; alarma en Durango el aumento de consumo de estupefacientes en niños de 11 años
Por Emmanuel Salazar

Tayoltita, Durango,  México (26 agosto 2007).-   En este pueblo minero el consumo de drogas ha ido en aumento, a tal grado que el 40 por ciento de su población es adicto a alguna de ellas.
De acuerdo con el regidor Higinio Hernández Aguirre, de 8 mil personas que viven en este poblado, 3 mil son adictas al cristal.
"Sí somos el 100 por ciento de habitantes aquí, ya estamos con 40 por ciento con este tipo de problemas (de adicciones)", dijo.
"Mire, aquí el problema es con los jóvenes, aquí hay mujeres y jóvenes, y hay personas también por qué no decirlo, gente mayor, que se dedica a eso, que ha agarrado ese vicio".

TENDENCIAS PREOCUPANTES 
Roberto Escárcega Montañez, director en el Estado de los Centros de Integración Juvenil, subraya que ellos han detectado en el pueblo minero niños de 11 años que son adictos a las drogas sintéticas.
"Cada vez los niños están en edades más tempranas en el consumo de la droga, no estamos hablando como en Durango, que es de niños de 15 años sino que estamos hablando de niños de 12, quizás hasta de 11 años, es lo que estamos viendo, no es la mayoría pero sí está permeando esa situación", dijo Escárcega Montañez.
Soledad Ruiz Canán, directora del Instituto de Salud Mental de la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado, señaló que la problemática en Tayoltita es difícil pues la población se encuentra enclavada entre municipios que forman parte del Triángulo Dorado.
"Sí tenemos un problema importante en Durango y algunas áreas son de mayor foco rojo en cuanto al consumo, recuerde que Tayoltita no escapa al Triángulo Dorado y que en consecuencia no solamente Tayoltita, sino algunos municipios que conforman básicamente este Triángulo Dorado que es donde se producen algunos enervantes pues es el consumo", expresó.
Consideró oportuno realizar acciones de prevención, pues Durango se encuentra encima de la media nacional en cuanto al consumo de estupefacientes, pues alcanza un 7 por ciento, cuando la media nacional es un 4 por ciento.
"Yo creo que el problema de adicciones es más de fondo y requerimos de más apoyos y requerimos de más dedicación y tiempo en la prevención, en el diagnóstico oportuno y los módulos de atención de salud mental que nosotros siempre hemos promovido", dijo.
Las redes de narcomenudeo incluso han innovado en la venta de las metanfetaminas en Tayoltita, pues, observó Escárcega Montañez, ahora se vende la droga según el presupuesto del adicto.
"Nos llama poderosamente la atención que las redes de venta lo manejan a dosis de cuánto traes, ya no de una dosis en cuánto cuesta. Si una dosis cuesta 50 pesos o 100 pesos dependiendo de la pureza de la droga no es así en estos lados, traes cinco pesos, te doy lo que te corresponde por cinco pesos, por decir algo", expresó.

SOLAPAN VENTA DE 'CRISTAL'
Aunque la mayoría de la población de este centro minero ubica las "tienditas" donde se expende el cristal, cuando los agentes de la Policía Ministerial realizan operativos contra el narcomenudeo los vendedores son alertados y logran evadir los eventuales arrestos.
Con temor a cuestas, autoridades municipales señalan que narcotraficantes venidos de Sinaloa son los responsables de la distribución de las metanfetaminas y que nadie hace nada por detenerlos, por lo que demandan la intervención de la Agencia Federal de Investigación.
"La gente que se dedica a vender ese tipo de droga es de Sinaloa, gente de aquí de nuestro pueblo, yo pienso que no, no nos animamos a vender ese tipo de cosas porque somos gente de aquí, gente nativa de aquí del pueblo, aquí todos nos conocen, pienso que la gente de Sinaloa vino a vender esa droga y toda esa droga viene de Sinaloa", expresó Higinio Hernández, primer regidor en el cabildo de San Dimas.
Pidió una revisión de las actuaciones de las autoridades judiciales, pues aunque se llegan a implementar operativos contra la venta de droga al menudeo, los detenidos salen libres y se retiran antes de que llegue la autoridad.
"Vienen los operativos (y) ya la gente que se dedica al comercio, o sea a vender la droga, ya está enterada, vienen los operativos y se van igual, avisan, el problema es que se van igual, y se van y vuelve otra vez al mercado el menudeo", dijo.
"Sí necesitamos mano dura porque son problemas federales y la verdad aquí la municipal no hemos podido porque pues ellos a veces los agarran, los agarra la municipal, los agarra la ministerial, y los llevan a la ciudad de Durango y en la ciudad de Durango inmediatamente los sueltan, pagan una fianza de 40 ó 50 mil pesos, y ya vienen otra vez a lo que es aquí la cabecera municipal y siguen trabajando".

Como se puede ver, en mi post yo sólo me limité a hacer un resumen de lo que decía la noticia. Ahora bien, ¿por qué creer en la noticia sin conocer personalmente Tayoltita? Mi respuesta: ¿Y por qué no?

¿Qué ganaban el reportero, el regidor, el director del Centro de Integración Juvenil y la directora del Instituto de Salud Mental del estado con decir mentiras? Lo que me he dado cuenta cuando se trata de abordar un tema que nos resulta doloroso como lo es la degradación moral con respecto al problema de las drogas y la crisis de inseguridad que padecemos, la gente tiende a establecer barreras mentales y regresar a un pasado idílico que ya no existe.

Si Tayoltita alguna vez fue un pueblo minero con habitantes pacíficos y trabajadores, ya no lo es más. También Monterrey fue hasta hace pocos años una ciudad segura, con gente pacífica y trabajadora. Actualmente, Nuevo León está compitiendo con el estado de Chihuahua en alcanzar la primacía en ejecuciones. ¿Eso es algo agradable? No. ¿Me siento ofendido porque alguien hable cosas negativas de mi ciudad natal? No.

Lo que pasó en Tayoltita y en Monterrey y en Chihuahua y en Tamaulipas fue un fenómeno creado por nosotros mismos. Nosotros, esos habitantes otrora pacíficos y trabajadores, fuimos los que permitimos que eso pasara. Y seguimos permitiendo que pase. (En un próximo post hablaré de lo que yo creo que fue el mayor factor que influyó para que Monterrey haya pasado de ser la segunda ciudad más segura de latinoamérica en 2005 a la segunda ciudad de México con el mayor número de ejecuciones en 2011).

Por el momento, lo único que me queda decir a los oriundos de Tayoltita, es lo siguiente: Si tanto quieren a su pueblo vuelvan a éste y ayuden a expulsar a ese Diablo que se detuvo ahí.

Nada me haría más feliz que poder escribir un día un post intitulado: "El Diablo se detuvo en Tayoltita, pero  ya se fue". 








7/08/2011

Entre el espejo (comprobaciones de realidad)


¿Es posible matar a alguien en sus sueños?

La respuesta la podemos encontrar en las páginas de Entre el espejo (comprobaciones de realidad), mi primera novela destinada a ser publicada.

Es una novela negra, un thriller policíaco, un ejercicio literario en el que incluí tres de los elementos de ficción que más me gustan: la investigación detectivesca, el suspenso y la acción. Estos tres elementos generalmente van separados, dando como resultado tres tipos diferentes de novelas criminales: La Negra, la Policíaca y el Thriller.

La Novela Negra es conocida así —encontramos en Wikipedia— porque originalmente fue publicada en la revista Black Mask de Estados Unidos y en la colección Série Noire francesa. El término se asocia a un tipo de novela policíaca en la que la resolución del misterio no es el objetivo principal; que es habitualmente muy violenta y en la que las divisiones entre el bien y el mal se difuminan. La mayor parte de sus protagonistas son individuos derrotados, en decadencia, que buscan encontrar la verdad (o por lo menos algún atisbo de ella).

La Novela Policíaca tradicional se centra exclusivamente en la resolución del crimen, dejando de lado todo tipo de sentimientos o emociones, lo cual puede reconfortar al intelecto, pero deja al corazón vacío. Además, su estructura la lleva a dejar la resolución del crimen hasta el final, cuando el brillante detective desvela cómo llegó finalmente a sus conclusiones. El ejemplo perfecto de este tipo de novelas son las de Agatha Christie.

En lo que respecta al Thriller, la búsqueda de la emoción es tan apremiante, e introduce tantos elementos fantásticos y coincidencias, que cualquier investigación se ve reducida a una mera ficción, sin contacto con la vida real.

Entre el espejo evita caer en un solo género y toma lo mejor de los tres tipos de novelas criminales. Sucede en el mundo real con personas reales. Su protagonista es una detective sin problemas personales, que realiza una investigación verdadera, no un remedo de ésta.

La trama de Entre el espejo es simple en apariencia, ya que conforme avanza la historia se complica cada vez más, hasta el grado en que un poco antes de su conclusión el lector ya no sabe si la acción se desarrolla en el mundo real o en un sueño. Además, la resolución del crimen se va presentando conforme avanza la acción. Todas las pistas están a la vista y el lector es copartícipe en la resolución del misterio. Por supuesto, la resolución definitiva del crimen se la reserva la protagonista hasta el final, pero dicha resolución sólo es parte de una acción que no cesa. Descubierto el culpable, la verdadera acción apenas empieza.

Si se preguntan el por qué no incluyo una síntesis de la trama de la novela, es por la sencilla razón de que no me gusta contar trama. Lo que sí puedo decir es que la historia incluye una serie de suicidios, al sueño lúcido y que es muy emocionante.

Ahora bien, ¿cómo puedo saber que mi novela es una buena novela? Después de todo, la totalidad de los escritores consideran que lo que escribieron es bueno.

Yo no sé lo que harán los demás escritores pero, en lo personal, al momento de juzgar mi trabajo dejo de ser un escritor y me convierto en lector. Quizá no sea un buen escritor, pero nadie me puede decir que no soy un buen lector, aunque en este caso en particular lo que lea sea mi propia obra.

Es un trabajo muy difícil leerse a sí mismo sin sesgos. Yo intento ser el crítico más feroz de mi propio trabajo y en muchas ocasiones lo logro. Sin embargo, siempre me queda la duda de si no habré sido demasiado indulgente conmigo mismo.

Es por eso que estoy pensando si mientras Entre el espejo recibe su acreditación (ya mandé la novela a su registro de derechos de autor y en pocos días la recibiré) no sería conveniente convocar a diez lectores de estas Crónicas Profanas a leer y hacer una breve reseña de Entre el espejo, mismas que podrían mandarme para ser publicadas en este espacio.

¿Qué ganarían con ello? Casi nada: ser los primeros en leer la mejor novela policíaca que se haya escrito nunca. (Me divierte fanfarronear).

Así sabría yo si estoy en lo correcto y Entre el espejo es una novela genial o es sólo prosa (en el sentido coloquial que le da el diccionario de la RAE) lo que mandaré a las Agencias Literarias y Editoriales para su posible publicación.

¿Qué opinan? ¿Les gustaría leer y reseñar mi novela? Los interesados pueden escribirme un correo a: jaimegyg@gmail.com

Como lo dije en el post anterior, este es un largo y sinuoso camino.

7/03/2011

Un largo y sinuoso camino

Pues ya terminé de escribir mi novela, que fue la causa por la que me ausenté de estas mis Crónicas Profanas. Parece mentira pero, irónicamente, el escribir una novela resulta ser la parte más fácil del proceso. Lo difícil apenas comienza.

Si quiero ver publicada mi novela, tengo que sortear una serie de obstáculos, cada uno más difícil que el anterior. Primero que nada, tengo que registrarla, no por temor a que sea plagiada, sino más bien porque posteriormente será necesario.

Pero vivo en Monterrey. Y las oficinas del INDAUTOR están en la Ciudad de México. Es cierto que existe una oficina representante en Monterrey, pero si escojo esta vía, el trámite de registro se incrementa en aproximadamente treinta días. Así que hay que ir a la Ciudad de México y entregar personalmente la obra, o pagar un costoso servicio de mensajería, o esperar más tiempo a que la obra obtenga su registro. ¿Por qué no se puede registrar directamente  una obra en cada uno de los estados del país? No tengo la menor idea.

Pero aún con su centralismo burocrático, el registro de la obra es pan comido. La odisea apenas si empieza, ya que el siguiente paso es encontrar a alguien dispuesto a publicarte.

Existen unas empresas llamadas editoriales, cuyo propósito fundamental es publicar. Sin embargo, si uno manda su obra a una editorial, la posibilidad de que ésta sea publicada es de sólo el 1%. ¿Por qué sucede esto? Pues por la sencilla razón que reciben una enorme cantidad de obras de autores que quieren ser publicados y la gran mayoría de esas obras  carecen de valor. No de valor artístico precisamente, sino de valor comercial (porque una editorial es un negocio y su fin último es el lucro. No son promotores de cultura ni mecenas de autores. Las editoriales publican un libro para obtener ganancias de éste).

Es interesante analizar la discrepancia de criterios que existen entre escritores y editoriales. El problema comienza en el momento que a un apasionado  lector se le ocurre la peregrina idea que él también puede escribir, igual o aún mejor que los escritores que admira, así que se lanza a escribir (lo cual es comparable a ver los planos de un Jumbo jet y creer que lo puede volar).

La escritura creativa es quizá el proceso intelectual más demandante que existe. Muy pocos son los escritores que logran realmente contar una historia. La mayoría se quedan en la definición coloquial de prosa, según el diccionario de la RAE: “Demasía de palabras para decir cosas poco o nada importantes”. Y esa prosa es precisamente la que mandan los escritores a las editoriales para que sean publicadas.

Ahora, ¿por qué es tan difícil escribir una buena novela? Pues porque nadie te puede decir cómo escribir. Existen técnicas que te guían en el proceso de escritura, pero prácticamente todo lo aprendes leyendo compulsivamente y por medio del método de prueba y error.

Hay que leer bastante y escribir, escribir, escribir. Puede ser un proceso largo y difícil. A mí me llevó 14 años el poder escribir cuentos y 23 años novelas (pueden parecer muchos años o que mi personalidad es obsesiva-compulsiva, pero cuando hablo de poder escribir cuentos me refiero a escribir historias cortas perfectamente estructuradas, legibles y que cuenten una historia. Lo mismo se aplica a mis novelas).

Otra cuestión es que, por lo general, los escritores en México (y quizá en todo el mundo) escriben sólo para ser considerados como tales. Buscan el premio literario, el halago, el reconocimiento entre sus pares. Quieren ser llamados los nuevos Rulfo, Fuentes o Paz. Se sienten en el séptimo cielo al decir a los demás que son escritores.  Es por eso que sienten que lo que escriben es “arte” y desdeñan ciertos tipos de géneros e historias por considerarlos “comerciales”.

¡He aquí la génesis del pleito entre escritores y editoriales!

Porque, ¿cómo demonios se puede medir el éxito de un escritor? ¿Por los premios que recibe? ¿Por sus menciones en los medios? No. El éxito de un escritor se mide por el número de sus lectores.

Algunos dirán que esto es injusto, ya que coloca a J.K. Rowling por encima de Vargas Llosa. Eso es un error, ya que se trata de géneros distintos. Ambos escritores cuentan con un amplio número de lectores, tomando en cuenta la diferencia de sus temas e ideas.

A mí me dan náuseas cuando escucho a un escritor mediocre decir que sus libros no se venden porque no son comerciales; que él no se prostituye escribiendo best sellers;  que le interesa más tener un reducido número de lectores que aprecien la profundidad de sus ideas, que tener millones de lectores que se sólo se dejan guiar por las inhumanas fuerzas del mercado. ¡Falso! Sus libros no se venden porque son unos plomos. Están mal escritos. (Es cierto que algunos libros mal escritos se venden por millones —basta pensar en la serie vampírica de Stephany Myers— pero en general los lectores reconocen cuando un libro es bueno o no).

Como lector, mis preferencias se decantan por la literatura. Mi biblioteca personal cuenta con grandes autores: Balzac, Víctor Hugo, Dumas, Dostoievsky, Tolstoi, Mann, Jorge Luis Borges, Kafka, Joyce, Proust, Joseph Conrad, entre otros, pero nunca he desdeñado un buen libro de Stephen King y me gustó mucho la serie de Harry Potter. Porque yo leo no sólo para incrementar mi cultura, sino porque me apasiona leer. Me gusta leer, me divierte leer.

Pero creo que ya me desvié del tema. Así que regresemos a lo que dejamos inconcluso:

Ante la dificultad que existe para que una editorial publique mi novela, se hace necesario recurrir a los servicios de una Agencia Literaria. El problema es que aquí en México son prácticamente inexistentes. Así que la tengo que buscar una en otro país.

Con las agencias literarias hay que tratar como si fueran editoriales. Esto es, hay que mandar una propuesta, currículum, de 15 a 30 páginas de la novela y un documento que contenga una síntesis de la novela, información del mercado potencial, un comparativo con libros del mismo género y quién sabe cuántas más cosas por el estilo.

En otras palabras, hay que intentar venderles el libro, convencerlos que tu novela es buena y que se venderá. Escogí el mes de Julio para empezar con el proceso. Así que en mi siguiente post comentaré mi novela.

No sé lo que pasará. Lo único que sé es que me espera un largo y sinuoso camino.