12/28/2010

¿Feliz año 2011?

“¡Yo tuve un sueño!” Dijo Martin Luther King Jr. en un famoso discurso en el que compartió su sueño de un mundo sin discriminación... “¡Yo tuve una pesadilla!” Les digo a mis lectores, y me gustaría compartirles mi pesadilla de un mundo sin esperanza.

Mi pesadilla se llama Retorno 2012 o Cómo sobrevivir a una invasión de zombis. Hoy es el día que escogí para liberar el virus.

Soy el paciente cero, el foco de infección, y busco infectarlos. Y no sólo eso: mi deseo es que ustedes se infecten e infecten a otros; y que estos otros infecten a otros más… ¡Que la infección crezca hasta convertirse en una verdadera pandemia!  (Risa de científico loco)

Retorno 2012 o Cómo sobrevivir a una invasión de zombis es a la vez sátira y alegoría. Es una ficción “pulp” en su versión más básica. Su premisa es contestar a la pregunta: ¿Cómo sería una verdadera invasión de zombis? Porque las invasiones de zombis a las que estamos acostumbrados son a las de Hollywood, en donde siempre hay una gran corporación o algún virus alienígeno tras la infección y en el que los gringos reaccionan, pues… como gringos. ¿Pero, qué pasaría con una invasión de zombis en un país de Latinoamérica como México? ¿Cómo reaccionarían sus ciudadanos, cómo sus gobernantes?

El libro es mi regalo de Navidad para todos ustedes. Puede ser descargado gratuitamente en la siguiente dirección: www.retorno2012.blogspot.com. El libro lo escribí yo, pero en el diseño gráfico del blog recibí una inapreciable ayuda de mi hija Ana Sofía, que quizá sea la única adolescente del mundo cuyo padre escribe una historia de zombis sin ser escritor.

Como señalo en el blog, lo único que pido a cambio es que disfruten la lectura del libro, que me hagan llegar sus comentarios y que infecten al mayor número de sus amigos y conocidos. Con su ayuda quiero convertir al libro en viral.

Sinceramente, no sé si desearles un Feliz Año Nuevo 2011, ya que se avecina una invasión de zombis. Así que mejor lean el libro y prepárense para enfrentar a los zombis.


12/18/2010

Cambio de rumbo

Hay momentos en la vida en que se requiere hacer un alto. La mayor parte de las veces esa necesidad de detenerse surge por una situación impactante, inusual o trágica: un accidente, la pérdida de un ser querido, el diagnóstico de una enfermedad grave.

Sin embargo, no siempre es así. La mejor manera de hacer un alto en el camino es cuando tú mismo decides parar. Un buen día te levantas y decides que a partir de ese momento has decidido detenerte. No hay nada que te indique que eso debe de ser así. No hay señales ni signos ni premoniciones ni intuiciones. Simplemente dices: paro, y paras.

Ahora bien, ¿por qué parar? ¿Por qué hacer un alto en el camino? Necesitas parar para cambiar. Un cambio de rumbo se hace necesario en determinadas etapas de nuestras vidas.

Un cambio de rumbo solamente, porque es imposible detenerse por completo. Simplemente no puedes decir “hasta aquí llego” y pretender que con eso todo lo demás se detendrá contigo. Porque la vida no se detiene. Tú haces un alto, pero la vida te rebasa y arrastra consigo todo lo demás.

Así que me he detenido, momentáneamente. Apenas he tenido tiempo de reflexionar, ya que siento cómo la vida me empuja con toda su fuerza por la espalda, exigiéndome avanzar, proseguir mi camino.

No es la primera vez que cambio de rumbo, ni creo que sea la última vez que lo haga. Este blog de Crónicas Profanas es un testigo confiable de ello.

Inicié Crónicas Profanas en octubre 2006, alentado por mi amigo Luis. En un principio me resistí a iniciar un blog, ya que sabía que mantenerlo me iba a quitar tiempo. ¿Tiempo para qué? Tiempo para escribir.

Me gusta mucho escribir, casi tanto como leer. Sin embargo, no me gusta escribir por escribir; lo que me gusta es contar historias. Todo lo que escribo, incluso cuando escribo poesía, cuenta una historia.

Sin embargo, el contar historias no es tarea fácil. Primero hay que encontrar la historia (o dejar que ésta te encuentre) y escribirla, narrarla.

Allá por septiembre de 2006 sentí que la veta de historias que había encontrado se había agotado. Seguía encontrando historias, pero estas eran simples fragmentos que no acababan de formar un todo.

Así que empecé con el blog de Crónicas Profanas. En éste, más que contar historias, intentaba hacer llegar mi punto de vista a personas desconocidas. Sabía que yo no tenía siempre la razón o que mi manera de ver las cosas pudiera ser entendida o comprendida por gente a la que no había visto nunca.

Pero aún así seguí adelante. Si se toman la molestia de ver los archivos, se darán cuenta de los cambios de rumbo que he efectuado en los últimos cuatro años. Llama la atención los años 2008 y 2009, donde sólo hubo dos y tres tres mensajes míos, respectivamente. ¿Por qué? Porque consideraba que no tenía nada qué decir. Y cuando no tengo nada que decir, me callo.

A partir de abril de 2010 sentí que tenía muchas cosas qué decir, así que se nota un cambio importante. Las entradas al blog se hicieron rutinarias, dos o hasta tres veces por semana.

Y llegó noviembre. Y con noviembre un reto: completar 50,000 palabras en 30 días.

Lo que al principio comenzó como un juego, pronto se convirtió en una veta de historias. Había empezado a cavar en busca de historias, pero estaba cavando en el lugar equivocado.

Junté mis 50,000 palabras en 28 días y le seguí. El resultado “Retorno 2012 o Cómo sobrevivir a una invasión de zombis” estará disponible para todos a más tardar el 28 de diciembre próximo. Estoy trabajando actualmente en el blog donde podrán encontrar la historia más terrorífica, emocionante y delirante que se haya escrito desde la invención de la imprenta. 

Aprendí tanto en el proceso de mi ficción "pulp" (porque eso es mi novela), que nuevamente me puse en contacto con historias que puedo contar.

Así que a partir de ahora voy de nuevo a convertirme en un contador de historias. No voy a abandonar Crónicas Profanas, pero éstas serán más escasas. Sin embargo, que sean escasas no significan que dejen de ser interesantes, ya que pienso que esto es lo menos que puedo ofrecerles a aquellos pocos lectores que me han seguido regularmente durante estos cuatro años.

Esta no es una despedida, es un cambio de rumbo.

El cronista vuelve a ser narrador.

Mantendré el contacto.

12/07/2010

Tierra de zombis

En un inicio pensé en titular el presente post “Trabajo en proceso V”, pero con ello me arriesgaba a seguir perdiendo lectores potenciales.

En Cambio, Tierra de zombis es un título más adecuado, tanto para consignar mis avances (como lo había prometido a mis lectores incondicionales) como para comentar un aspecto interesante, algo más propio de estas Crónicas Profanas.

Con respecto al libro, mi meta de las 50,000 palabras quedó atrás. La alcancé a las cinco y treinta de la tarde del día 28 de noviembre, dos días antes de que se cumpliera el plazo.

Sin embargo, aunque conseguí acumular las 50,000 palabras, no conseguí terminar con la historia. Este hecho me sorprendió, ya que consideré en un principio que 50,000 palabras serían más que suficientes para contar una historia de zombis.

Y si había pensado las cosas de esa manera es por un hecho irrefutable, que se comenta en el libro: comparados con otras criaturas fantásticas —como los vampiros o los hombres lobo— los zombis son una nulidad: son torpes, lentos y estúpidos.

Sin embargo, ni todos los vampiros y hombres lobo juntos representan tanto peligro para los seres humanos como los zombis.

Así que construir una historia con zombis fue todo un reto. Fue necesario imaginar una nueva forma del proceso de conversión a zombi y el crear una sub-trama que sirviera para sostener la narración.

Aquello que en las primeras tres semanas frenéticas de acumulación de palabras me pareció una simple acumulación de basura era, por el contrario, el cimiento desde el cual la narración encontró su punto de apoyo y saltó hasta la estratósfera.

Conforme avanzaba, los caracteres cobraban forma, la trama se complicaba y surgía por fin la historia, que empezó a acelerar su ritmo hasta llegar a límites delirantes.

El resultado hasta estos momentos (en los que estoy terminando el penúltimo capítulo) es el que busqué desde un principio: Retorno 2012 o Cómo sobrevivir a una invasión de zombis es una película de clase B literaria.

La novela es divertida, estrafalaria, irreverente, delirante y cutre. Hay acción, misterio, terror, sangre, romance, sexo y zombis, políticos, narcos, sicarios, policías, espías.

Estoy por terminar la novela y me espera la tarea más dura. Falta la revisión y el montaje final.

Mi nueva fecha límite es el próximo día 28 de diciembre, cuando la novela la pondré a disposición de todos. Así que pronto tendrán noticias frescas.

Por otro lado, el hecho interesante que quería comentar es el siguiente: en todo este tiempo en el que he estado inmerso en tierra de zombis he perdido contacto con el mundo exterior, cotidiano.

Prácticamente no he leído periódicos ni visto o escuchado noticieros. Y, ¿saben qué? El mundo se tranquilizó.

Con esto quiero decir que el mundo se hizo un lugar más amable, las personas más humanas y el ambiente pareció deshacerse de la esencia del miedo.

Sabía que allá afuera, mientras yo luchaba con zombis, otros luchaban con narcos o con extorsiones o con secuestros o con robos o con accidentes o con desastres naturales o provocados.

Lo sabía pero no tenía miedo, porque me había quitado de encima esas anteojeras que nos ponen los medios de comunicación, los cuales nos obligan a ver al mundo de una manera concentrada, miope.

No estoy diciendo con esto que debemos centrarnos en nosotros mismos e ignorar lo que sucede a nuestro alrededor. Existen cosas malas o feas que suceden todos los días.

Pero los malditos medios nos presentan esas cosas malas o feas como si la realidad estuviera hecha exclusivamente de ellas, lo cual es una enorme falsedad.

Una vez que termine de escribir y publicar la novela en Internet voy a pensar muy seriamente si seguiré cayendo en el juego del miedo de los medios o mejor me preparo para la próxima invasión zombi que tendrá lugar en abril 2011.

Y tú, ¿estás preparado?